"Cuando entrenamos no buscamos el perfeccionamiento de habilidades corporales sino la anulación del cuerpo, la eliminación de sus resistencias, con el fin de dar rienda suelta de forma inmediata a los impulsos sicológicos de uno mismo". 

Son palabras de Eugenio Barba que han sido una guía constante en nuestro trabajo. Palabras perseguidas por RRR cuando participó en los albores de “La Abadía”; luego en los entrenamientos que llamamos "Una hora para la eternidad" en la sala de la calle Ribera de Curtidores, más tarde en el C.C Oporto y ahora lo seguimos ejercitando con el convencimiento, aún más firme, de que el entrenamiento psicofísico es una necesidad vital para el trabajo del intérprete y por ello debe contar con un espacio donde acudir a realizar el entrenamiento propio del artista escénico, el gimnasium teatral.

Agradecemos la enorme generosidad de todos y cada uno de los actores, actrices, directoras que han participado en estos entrenamientos, talleres, sesiones, etc., porque sin su entrega sería imposible haber avanzado y persistido en el camino.

También tenemos que expresar nuestra admiración y agradecimiento a los maestros y maestras que han compartido con nosotros sus conocimientos y prácticas.